TIPC

Conversaciones sobre COVID-19: consecuencias para la segunda transición profunda y la revolución de la sostenibilidad

Thinking & Analysis

Por: Johan Schot , Bipashyee Ghosh y Geraldine Bloomfield

Traducido por: Diana Velasco, investigadora invitada de Ingenio UPV-CSIC.

Comentarios para la versión en español de la entrevista, por Diana Velasco

Un mundo en transición profunda, empujado a hacer cambios radicales en los patrones de conducta, de comportamiento, y de valores de las personas, más que por una dirección y elección de la humanidad, por las presiones ambientales, sanitarias y sociales; ha generado una movilización de actores, tecnologías, visiones del mundo y prácticas que permean al sur y al norte global. Justo iniciando la segunda década del siglo XXI, el mundo enfrenta una pandemia que de manera acelerada obliga a abrir nuevas trayectorias de vida que implican transiciones en nuestros patrones mentales y de conducta. ¿Qué tan duraderos serán estos cambios? ¿Realmente cambiarán nuestro entorno de manera definitiva? ¿Podría este cambio en el entorno llevarnos a tener hacia adelante una conciencia colectiva, inclusiva, justa y compasiva con los otros, con el ambiente, con los animales?

En estos momentos de crisis y de choque para la humanidad, es cuando más necesitamos que cada uno de nosotros, desde nuestra labor y posibilidad de contribución, tenga una mirada crítica y constructiva que nos permita reflexionar y aprender a vivir de una manera más sostenible y justa. Esta entrevista realizada a la Dra. Bipashyee Gosh y al Profesor Johan Schot, representa una visión del desafío global desencadenado por el COVID-19, desde su experiencia de trabajo en transiciones profundas en el norte y sur global. Tener diferentes visiones que nos ayuden a construir un sentido más amplio de este choque disruptivo y de sus implicaciones a largo plazo, es necesario en tiempos de tensión e introspección individual y colectiva. Es por esto, que presentamos esta traducción de la entrevista, esperando que llegue a diferentes personas y grupos sociales de habla hispana.

Comienzo de la entrevista

 La emergencia de salud pública que enfrenta el mundo causada por el COVID-19, es la peor que se recuerda en las generaciones vivientes. Está cambiando la vida cotidiana de una manera inmediata y severa que posiblemente no se ve desde la Segunda Guerra Mundial. La metáfora de la “guerra”, quizás inútil, se está utilizando para evocar nuestros intentos de dominar al virus atacante. En el país más afectado, Italia, quienes están en primera línea de la atención médica describen la situación como “un campo de batalla”. El gobierno del Reino Unido ha promulgado un grito de batalla monetaria diciendo “daremos lo que sea necesario”. El presidente Macron de Francia, junto con otros líderes, calificó al COVID-19 como “el enemigo” a ser derrotado. Al igual que las huellas dejadas por la guerra en las sociedades , este virus puede, o no, cambiarnos fundamentalmente y para siempre ¿Cómo responderemos?

Para explorar las implicaciones y las posibles respuestas, el fundador de Deep Transitions Research (Investigación de Transiciones Profundas), el profesor Johan Schot del Centro de desafíos globales de la Universidad de Utrecht y la investigadora de Deep Transitions Research, la Dra. Bipashyee Ghosh , de la Unidad de Investigación de Políticas Científicas de la Escuela de Negocios de la Universidad de Sussex, dan una mirada a la pandemia a través del microscopio del marco de Transiciones Profundas, con una entrevista que hace Geraldine Bloomfield, para discutir el efecto que el virus puede tener al provocar una Segunda Transición Profunda más rápida, en otras palabras, una revolución de sostenibilidad.

 

¿Podemos pensar el COVID-19 como un ‘Choque de entorno (landscape)’ dentro del marco de Transiciones Profundas? ¿Qué tan raros son estos choques? ¿Cómo impactan?

 

Dr. Ghosh: “Si bien el COVID-19 es ciertamente un choque global del entorno, la causa y el efecto de este choque pueden ser rastreados a eventos y desencadenantes bastante localizados. Por ejemplo, este choque se ha exacerbado por los movimientos masivos de la población; la ausencia de un equipo global de respuesta a pandemias (como lo explicó Bill Gates en su charla TED); y la falta de preparación de la mayoría de los países para enfrentar esta epidemia, especialmente aquellos de Europa”.

Profesor Schot: “Sí, es un choque del entorno. En el marco de las Transiciones Profundas, el entorno es nuestro entorno social, técnico y ecológico que nos rodea y nos sostiene. El ‘landscape’ es nuestro entorno, en el que no podemos influir fácilmente, al menos no a corto plazo. Por supuesto, a largo plazo hemos contribuido en gran medida a la construcción de nuestro entorno. La urbanización, el cambio climático, la individualización, la transformación digital, la hiper-modernidad y la globalización son desarrollos dentro del entorno. Hemos cambiado nuestro entorno de tal manera, y tan dramáticamente desde la Revolución Industrial y el comienzo de la Primera Transición Profunda, que los virus que causan enfermedades infecciosas se han transferido más fácilmente de animales a humanos. Los cambios en el entorno ejercen presiones sobre la forma en que vivimos, y tenemos que adaptarnos. Los entornos (landscapes), también producen choques. Tales choques parecen suceder de manera repentina, pero pueden tener tiempos de gestación largos y, ciertamente pueden irse acumulando, tal como es el caso de la crisis del COVID-19.  

El COVID-19 es parte de una historia más larga de patógenos que amenazan al desarrollo humano, piensen en el SARS, MERS, el ébola, la gripe mexicana, la gripe porcina y la gripe de Hong Kong, y mucho antes en el siglo XX, la gripe española. Hay una historia más profunda. Las pandemias no ocurren con mucha frecuencia, pero tampoco son raras y no desaparecerán. Los humanos están bajo peligro constante, particularmente en las sociedades modernas donde la transmisión es mucho más fácil debido a las concentraciones de personas en las ciudades urbanas, a la conectividad internacional y a la globalización.

Las preguntas importantes son, ¿cómo respondemos a la pandemia y qué impacto tendrá? Está claro que el COVID-19 se ha vuelto disruptivo para la economía, para nuestra movilidad y para toda la vida cotidiana: cierre de escuelas; trabajo en casa forzado; cierre de fronteras; prohibiciones de viaje; distanciamiento social y aislamiento; sin embargo, la disrupción no es el principal predictor de su impacto en el desarrollo humano. Lo principal a tener en cuenta es si el mundo está listo para permitir que la pandemia tenga un impacto más amplio y duradero sobre cómo podríamos elegir vivir nuestras vidas colectivamente.

En términos de transiciones profundas, se tratará de la naturaleza de los sistemas socio-técnicos que tenemos para la atención médica, la alimentación, la movilidad, el agua, las comunicaciones, así como nuestras estructuras de gobernanza, y las demás alternativas que surgen y se desarrollan. Las actividades e ideas previas de pensamiento de nichos, tales como evitar los viajes en avión, pueden convertirse en la nueva regla social. Las inversiones en el sistema de salud pueden ser redirigidas para ayudar a hacer frente a las pandemias, desarrollar vacunas y para una mayor producción local de máscaras, pero también es posible que tengamos que explorar la relación entre la salud y nuestros estilos de vida, nuestras prácticas alimentarias (como comer carne) y nuestras prácticas de movilidad”.

Dr. Ghosh: “Exactamente mi punto. Esta falta de preparación también muestra que hay una falta de visión y aprendizaje en nuestros sistemas actuales. El COVID-19 es un choque debido a la falta de resiliencia en nuestros sistemas de salud, lo que a su vez se debe a que tal resiliencia quizás no fue priorizada a nivel mundial. Este es también el caso de la emergencia climática. Un aprendizaje importante de esta pandemia es poder distinguir entre choques evitables e inevitables, y cómo los cambios más profundos en los sistemas de gobernanza, así como en las instituciones científicas, pueden ayudar a mitigar una crisis antes (ex-ante) de que golpee las vidas de personas inocentes”.

 

Con los efectos de la pandemia, ¿cómo podemos ver las trayectorias y la direccionalidad para la Segunda Transición Profunda siendo influenciadas?

 

Profesor Schot: “En el marco de la Transición Profunda, la economía y la sociedad están conformadas por un conjunto de sistemas socio-técnicos, tales como salud, alimentación, movilidad, vivienda, etc, que hacen posible la vida, como ya comentamos. Estos sistemas se han desarrollado en direcciones específicas durante los últimos 250 años, desde la Revolución Industrial. Hemos visto una dirección en los sistemas que tiene una gran dependencia de los combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas), tiene una producción lineal (extracción, uso, desecho), acaparamiento de tierras y explotación de recursos naturales. Este tipo de producción, distribución y consumo significa que usamos la naturaleza como vertedero. Nuestra hiper globalización; el consumo masivo y desenfrenado, por ejemplo, de carne y los efectos de esto, muestran que estas direcciones no son sostenibles. Han causado el cambio climático, la pérdida dramática de la biodiversidad, el agotamiento masivo de los recursos y ahora un aumento de la desigualdad, no solo en los ingresos, sino también en el acceso a las necesidades básicas. Tenemos un futuro inminente donde los ricos aseguran su acceso y recursos, mientras que los pobres, e incluso la clase media, lucharán por sobrevivir.

Necesitamos una redirección masiva de nuestros sistemas hacia una economía circular y baja en carbono, basada en un mejor equilibrio entre la producción local y global, nuevos sistemas de consumo entre pares, una economía compartida y el desarrollo de un nuevo tipo de servicios (y bienes comunes) para reemplazar la producción en masa, por ejemplo, no más automóviles, sino movilidad como servicio. Hablé con James Anderson, uno de los mayores inversores en TESLA, sobre esto en un reciente podcast de Transición Profunda.

¿Sucederá este cambio enorme y fundamental debido a COVID-19? La respuesta del sistema es entrar en modo de crisis y luego volver a la normalidad. Sin embargo, espero que esta no sea la respuesta completa. Depende de cómo respondamos a esta crisis, si vemos surgir nichos, si se cuestionan los supuestos y si se produce un cambio de comportamiento a más largo plazo “.

Dr. Ghosh: “Es difícil especular sobre el impacto a largo plazo de este choque de entorno. Sin embargo, estamos observando un cambio rápido en nuestras rutinas y prácticas. Si bien las prácticas como trabajar desde casa y las reducciones en los desplazamientos son prometedoras para la mitigación de la contaminación y un mejor equilibrio entre el trabajo y la vida laboral, existen otras tendencias como las noticias falsas sobre el virus y su remedio, y el mayor uso de automóviles privados como un sustituto del uso de transporte masivo, que puede tener impactos negativos a largo plazo en la sociedad y en el medio ambiente. La pregunta clave es si las nuevas prácticas, que generan un impacto positivo, pueden continuar a largo plazo cuando el choque desaparezca. Después de todo, “cancelar todo” no puede ser un lema a largo plazo, pero tal vez cancelar el viaje al trabajo para asistir a una sola reunión presencial que podría realizarse en línea, puede convertirse en la norma.”

 

La teoría de las transiciones cree que son las reglas, los patrones y los comportamientos los que dictan el cambio, en lugar de, por ejemplo, la racionalidad o la ideología. A menudo pensamos que esto es extremadamente difícil de cambiar, pero ¿qué nos dice esta crisis al respecto?

 

Dr. Ghosh: “Lo que hace que la situación de COVID-19 sea interesante para los académicos que trabajan en transiciones, es que la tasa de infección del virus depende casi por completo de los comportamientos individuales y sociales. Una de las medidas más importantes recomendadas para prevenir la propagación del virus es “¡lávese las manos!” Este acto individual aparentemente trivial de la higiene cotidiana ahora se considera una regla esencial y obligatoria, impuesta directamente por el gobierno y los expertos, necesaria en la mitigación de una pandemia global. Además, la orientación oficial como “quedarse en casa” y el distanciamiento social exige ajustes sociales difíciles . Tendrá un impacto profundamente arraigado en cómo las personas perciben sus roles, elecciones y, en última instancia, el poder y las responsabilidades frente a una crisis global “.

Profesor Schot: “La gran pregunta es si la respuesta a COVID-19 influirá en las reglas y rutinas que guían nuestros comportamientos. Déjeme explicar. Los sistemas son construidos por personas, y el comportamiento de las personas es impulsado por reglas o instituciones. Estas son reglas de comportamiento sobre qué hacer, así como creencias y valores. Las personas usan estas reglas para guiar lo que hacen. Pueden reflexionar sobre ellas y desviarse de ellas, sin embargo, en la mayoría de los casos las siguen. Esto se debe a que las reglas no son individuales, son colectivas y están integradas en los sistemas que hemos creado. Seguir un conjunto de reglas es más fácil porque estamos socializados para usarlas y otros esperan que las usemos.

Por ejemplo, para los académicos, volar es parte de nuestras vidas. Los viajes aéreos internacionales están integrados en la forma en que trabajamos: ir a conferencias, conocernos, hacer trabajo de campo en otros lugares. También tenemos una creencia general de que es necesario el contacto cara a cara. Sin embargo, de hecho, construir comunidades de prácticas y redes de académicos trabajando juntos es parte de nuestro sistema de valores y reglas. No volar realmente dañaría los prospectos de tener una carrera académica. Incluso los académicos que trabajan en el desarrollo sostenible, mantienen un estilo de trabajo académico muy contaminante y les resulta muy difícil cambiar. A menudo surgen nuevos tipos de comportamientos en los nichos. Estos son entornos donde existen otras condiciones o son producidas por actores específicos. Aquí los actores muestran nuevos tipos de comportamientos. Por ejemplo, si una universidad prohibiera volar, debido a circunstancias locales particulares con el liderazgo de un grupo particular de personas, esto sería un nicho, pero la pregunta es cómo escalar esto y convertirlo en el comportamiento normal o ¿regla? Esto a menudo es muy difícil. Es más probable que a esta universidad le resulte difícil atraer a buenos académicos y estudiantes debido a la expectativa predominante en torno a los viajes frecuentes de aerolíneas globales que vienen con el mundo académico y también comercial.

Una crisis como COVID-19 hace dos cosas. Primero, abre más espacio para prácticas de nicho alternativas. Se vuelven más relevantes y pueden tener una mejor oportunidad de mantenerse. Las crisis y los choques del entorno como este, por lo tanto, pueden tener un mayor impacto cuando fortalecen los nichos existentes y los aceleran. En segundo lugar, una crisis puede ayudar a cuestionar las reglas, comportamientos y sistemas dominantes. Las personas y organizaciones que creen en el uso de las reglas existentes pueden comenzar a reflexionar y cuestionar sus suposiciones y marcos de comportamiento. Esto es lo que se llama aprendizaje de segundo orden y es cuando ocurre una transformación. Como ejemplo, podemos ver nuevamente volar como un engranaje central en una vida académica, lo que creemos que es necesario. ¿Quizás esto será más cuestionado? No solo en el mundo académico sino también más allá, en otros sectores. Por ejemplo, en la producción de alimentos. ¿Por qué necesitamos productos alimenticios de todo el mundo? ¿Por qué no usar más alimentos producidos localmente? ¿Por qué no reducir nuestro consumo de carne? Entiendo que siempre necesitaremos productos de otras partes del mundo, pero en este momento, pescamos pulpo en México , lo traemos a España para agregar valor (lo que implica agregar plásticos, aceite de oliva, etc.) y luego transportarlo de regreso a México para venderlo a hoteles. ¡¿Cuál es la razón detrás de esto?!

COVID-19 puede terminar con la globalización estridente tal como la conocemos hoy. En nuestra investigación de Transición Profunda, Phil Johnstone y Caitriona MacLeish han explorado el impacto de la Primera y Segunda Guerra Mundial, por supuesto, aún no son comparables con COVID-19. Ellos han desarrollado el concepto de impresión . Este es un término ampliamente utilizado en biología y psicología que se refiere a un proceso en el que los humanos están expuestos a una amenaza severa, que luego influye en su comportamiento mucho después de que el período de tiempo particular haya terminado. COVID-19 puede imprimir suficientes personas y consumidores de tal manera que se convenzan de que es necesario un tipo diferente de comportamiento. Esto puede conducir a una inversión masiva en energía renovable, reforestación y nuevas infraestructuras digitales para permitir patrones de producción y consumo más circulares y sostenibles.

Estas inversiones podrían ser parte de un paquete de recuperación y reconstrucción después de que termine el COVID-19. En la investigación de Transición Profunda, sobre la base del trabajo de Carlota Pérez (en su libro de 2002, Revoluciones tecnológicas y capital financiero) , ponemos énfasis en la importancia de que las inversiones públicas y privadas vuelvan a ser productivas, centradas en los beneficios a largo plazo para la sociedad, y no solo beneficios a corto plazo para unos pocos que constituyen una élite feliz. Esto sucedió después de la Segunda Guerra Mundial, y puede volver a ocurrir. Dentro del programa de investigación de Transición Profunda , el Centro de Desafíos Globales de la Universidad de Utrecht junto con la Unidad de Investigación de Políticas Científicas (SPRU) en la Universidad de Sussex están planeando formar una coalición o panel de inversores privados y públicos que desarrollarán y ayudarán a implementar una nueva filosofía de inversión dirigida a fomentar una Segunda Transición Profunda que apunta a un Mundo Sostenible “.

 

¿Por qué cree que la emergencia climática no ha tenido el mismo efecto en las políticas, la economía y las comunidades a pesar de que amenaza la misma cantidad de vidas? ¿Es porque se ve como una amenaza externa y abstracta y no como una amenaza profundamente personal?

 

Profesor Schot: “La emergencia climática ha sido un asesino lento y oculto, no un shock. Es una tendencia a nivel de entorno, que ha abierto espacio para nuevos desarrollos, como el desarrollo masivo de energías renovables. Los choques relacionados con la emergencia climática han comenzado a suceder. Piense en los bosques en llamas en Australia, y veremos más de esto en los próximos años. Estamos entrando en un mundo donde los choques se volverán más comunes, la tierra nos está respondiendo y tendremos que responder transformando nuestro mundo . Este es el eje de la Agenda 2030 de la ONU, que establece los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible . Representan un nuevo paradigma de desarrollo que requiere un capitalismo reformado. En cuanto a abordarlos, el enfoque de seguir haciendo lo mismo, simplemente no funcionará. Necesitamos un nuevo tipo de economía y sociedad, que se base en los nuevos principios y reglas de las Segundas Transiciones Profundas, que transforman nuestros sistemas a bajas emisiones de carbono con una reducción en el uso de recursos, parte de una economía circular con una distribución, acceso y propiedad de los recursos más justos”.

Dr. Ghosh: “Estoy de acuerdo con Johan. Los choques del entorno, como una pandemia global, y las tendencias del entorno, como el cambio climático, tienen un impacto muy diferente en el cambio del sistema. Pero sí, muchas iniciativas recientes para abordar el cambio climático, así como los recientes eventos y desastres causados por el cambio climático, tienen más de un “factor de choque”. Los choques obligan a los regímenes a abrirse y a cambiar de diferentes maneras. Pero la pregunta sobre si una transición ocurrirá, también depende de la disponibilidad y aceptación de alternativas para llenar el vacío. Ahora es el momento de invertir en innovaciones (tanto tecnológicas como sociales) que crearán regímenes justos y sostenibles “.

 

¿Deberíamos replantear y dividir la emergencia climática en emergencias de salud pública más personales para actuar?

 

Profesor Schot: “Creo que esto sucederá, porque la emergencia climática tendrá un impacto en el sistema de salud. La crisis actual muestra que el sistema de salud no está preparado para estos choques debido a los patrones de inversión actuales, que apuntan principalmente a resolver los problemas de los países más ricos. Incluso dentro de estos hay un acceso desigual a la atención médica, tanto en estos países más ricos, como en todo el mundo en general. Ciertos países son mucho más vulnerables que otros. Piense en lo que sucederá cuando COVID-19 llegue a áreas urbanas altamente pobladas con viviendas de baja calidad en India, Brasil y otras partes del mundo. También muestra que tenemos que asumir la responsabilidad de nuestra propia salud cambiando nuestros estilos de vida. Sin embargo, también tenemos que confiar en los expertos y en nuestros gobiernos para que hagan la investigación y den respuestas sobre cómo lidiar con esto. No es solo una responsabilidad individual.

Pero, ¿podemos y debemos confiar en los expertos? Reconstruir la relación de confianza con los expertos, sin delegarles toda la responsabilidad del comportamiento individual, y encontrar nuevas formas de participar en la producción de conocimiento, es un ingrediente importante para la transformación que necesitamos. En el mundo académico, se trata de investigación transdisciplinaria, que integra varios tipos de conocimiento y experiencias. Las universidades están experimentando con este tipo de producción de conocimiento, pero pueden hacer mucho más. Se trata de trabajar directamente con otros actores clave, como los encargados de formular políticas, tal como lo hace el proyecto hermano de Transición Profunda, el Consorcio de Políticas de Innovación Transformativa (TIPC) co-crea conocimiento sobre cómo podemos promulgar e implementar políticas que transformen”.

 

 

¿Qué adaptaciones existen para el cambio de los sistemas de transporte, salud, educación ocasionados por el COVID-19? ¿Cómo se llamaría esto en el pensamiento de transiciones profundas?

 

 Dr. Ghosh: “Muchos sistemas se adaptarán con la creación de nuevas reglas y meta-reglas (esto es cuando una regla se aplica a múltiples sistemas). Entonces, por ejemplo, con el distanciamiento social y el autoaislamiento como la estrategia clave recomendada para enfrentar este virus, la crisis actual tiene un impacto sustancial en los sistemas de transporte público. La Asociación Internacional de Transporte Público ha emitido pautas para que los operadores de transporte público apoyen sus negocios mientras mitigan los riesgos. Estas pautas van desde protocolos de limpieza, servicios reducidos, conciencia del personal y minimizar el contacto como medidas inmediatas. Muchas de estas medidas son respuestas inmediatas a una crisis, sin embargo, iniciativas como el ‘nuevo régimen de limpieza’ de TFL tiene más potencial para quedarse. El distanciamiento social y la higiene pública son las dos principales ‘meta reglas’ que múltiples sistemas están adoptando a raíz de esta nueva crisis global. Veremos muchas más”.

Profesor Schot: “Sí, hay muchos tipos de cambios en los sistemas. Ya he hablado sobre la educación, necesitamos reconstruir nuestro sistema universitario, integrar la educación e investigación y repensar lo que se llama trabajo de impacto. Las universidades deben centrarse en resolver problemas, esto no significa que no haya espacio para la investigación básica. Por el contrario, hacer preguntas sobre problemas fundamentales específicos requiere de la investigación básica. Desafiaría a las universidades a involucrar a los estudiantes en este viaje, en lugar de enseñarles conocimientos estandarizados de libros de texto con un modelo de fábrica. Las universidades deben abrirse a la sociedad e involucrar a los actores sociales en el viaje de producción de conocimiento, como con el proyecto de investigación de Transiciones Profundas y nuestro financiador de bancos de inversión, y como con TIPC , mencionado anteriormente, trabajando directamente con los formuladores de políticas. Esto transformaría al sistema universitario.

¡El transporte necesita una revisión radical y completa y el COVID-19 puede ayudarnos a movernos en esa dirección! Necesitamos reducir los vuelos; cambiar nuestros estilos de trabajo y ocio; y reducir la propiedad de automóviles (aunque esto es algo que una pandemia puede aumentar debido al aislamiento). Debemos integrar nuestro transporte público: andar en bicicleta y caminar en un sistema de movilidad integrado, atendido por un nuevo tipo de actores que organizan la movilidad para nosotros, habilitados por todas las nuevas herramientas y aplicaciones digitales a nuestra disposición. Es de vital importancia que los datos no sean propiedad de unas pocas compañías, sino de nosotros mismos, y que las ganancias y los beneficios no sean propiedad de unos pocos.

Además, el sistema de atención médica debe centrarse más en las causas subyacentes de algunas de nuestras enfermedades, como la obesidad y la diabetes. Estas enfermedades también generan una mayor vulnerabilidad a morir por un virus como el COVID-19. La salud está relacionada con la alimentación, con la movilidad, con el estilo de vida, con la vivienda, con el empleo, con la conexión social. Necesitamos un sistema de salud con investigación, que nos permita a todos comprender y asumir la responsabilidad de nuestra salud. Necesitamos integrar la salud física, la salud mental y la atención social para garantizar que sea accesible para todos”.

 

Después de ser criticados y menospreciados, la ciencia y los expertos están ahora de vuelta en puestos de confianza y de responsabilidad. ¿Cómo podría ser esto a largo plazo? 

 

Profesor Schot: “Sí, hay una batalla en torno al valor de la experiencia, que está sucediendo. Esto tiene profundas raíces en el desarrollo de la tecnocracia, como un modo separado de toma de decisiones. La tecnocracia es una delegación de poder a los expertos -en esto, ellos saben lo que están haciendo y están tomando las decisiones-. Muchos sistemas socio-técnicos se han construido bajo esta lógica. Las decisiones se toman sin mucha consulta y sin aportes de un público más amplio. Esto ha llevado a una crisis en la confianza pública sobre la experiencia, así como a una fuerte crítica posmoderna de que todo el conocimiento se construye socialmente y, por lo tanto, no es necesariamente cierto.

Está claro que la reconstrucción de nuestros sistemas socio-técnicos en una dirección sostenible, la Segunda Transición Profunda, necesita del conocimiento y de los aportes de todos los actores, del público y de los expertos. Los expertos tienen un papel específico que desempeñar, ya que la situación exige un conocimiento experto sobre relaciones y desarrollos complejos, como el comportamiento de los virus, así como el cambio climático y la pérdida de biodiversidad, por ejemplo. Es necesario confiar en este conocimiento, no solo porque esta es la opinión de muchos expertos, sino también porque está embebido en una nueva relación entre los expertos y el público. Esta es una relación de aprendizaje mutuo.

Sin embargo, no significa que debamos aceptar todo lo que dicen los expertos. En los nuevos modos de interacción requeridos entre los expertos y el público en general, los expertos pueden ser cuestionados y deben tener en cuenta las preocupaciones y el conocimiento de los ciudadanos. Mientras tanto, los ciudadanos deben comprometerse con lo que dicen los expertos y, a veces, aceptar la incertidumbre, la ambigüedad y la complejidad. Como sociedad necesitamos experimentar, y ciertas cosas pueden fallar. También tenemos que aceptar una pluralidad de perspectivas.

No sabemos con certeza cuál es la mejor manera de administrar el COVID-19. Varios países también siguen diferentes trayectorias, que podrían verse como experimentos. Tendremos que aceptar eso (dentro de los límites, porque ciertos experimentos pueden estar fuera de los límites según lo que dicen los expertos médicos), y debemos entablar un debate con reflexiones y un proceso de aprendizaje, para mejorar nuestras capacidades.

Para que se produzca una segunda transición profunda hacia la sostenibilidad, necesitamos un nuevo modo de producción de conocimiento y de lo que significa ser un experto y un ciudadano. Debe haber un modo mucho más interactivo y más experimental. La crisis del COVID-19 puede abrir un espacio para comenzar a construir este modo “.

Dr. Ghosh: “Si bien la confianza en la ciencia es una buena señal, también debemos comunicar que el conocimiento científico es plural y contextual. Esto significa que los gobiernos deben tener mucho cuidado al seleccionar un tipo de científico/resultado científico, como una herramienta de gobernanza y de toma de decisiones. Especialmente situaciones como esta, donde el virus es nuevo, sin vacuna disponible y sin consenso sobre la fuente del virus. Esto exige una mayor apertura a la experiencia diversa. En estos tiempos sin precedentes, lo más importante es la coordinación entre las comunidades de expertos y el aprendizaje mutuo, no solo entre las ciencias médicas y biológicas, sino también de las ciencias sociales y ambientales”.

 

 

La comunicación transparente y responsable del gobierno ahora es esencial y se manifiesta después de una larga ausencia. ¿De qué otra manera afectará esto a la gobernanza?

 

 Dr. Ghosh: “Es cierto que al superar esta crisis, los gobiernos y los sistemas de gobernanza de todo el mundo deben hacer esfuerzos ejemplares para restaurar y renovar los sistemas en las economías. A partir de las intervenciones en todo el mundo, se puede ver que el estado del bienestar juega un papel importante en la creación de redes de seguridad y muestra ‘capacidad de compasión’ para los trabajadores de todos los sectores en muchas democracias occidentales. Estos pasos son de hecho bienvenidos por los gobiernos y ayudan a restaurar la confianza pública en ellos. Sin embargo, creemos que los gobiernos tienen un papel más importante que reaccionar ante una crisis y ofrecer incentivos en efectivo. Necesitan invertir en la preparación para la próxima crisis. También se puede ver que la vigilancia se utiliza como una herramienta para mitigar la crisis en partes de Asia y otros lugares. El hecho de que la aplicación de tales herramientas sea tan poderosa tiene implicaciones para la futura gobernanza. Después de la crisis, si se cumplen las promesas y se protegen las democracias, determinará qué impacto a largo plazo puede tener esta crisis en las personas vulnerables”.

Profesor Schot: “Choques como el COVID-19 no pueden ser resueltos por el gobierno o por el mercado. Esta forma de pensar ha sido central en gran parte del debate, y es una característica central de la Primera Transición Profunda. Durante los últimos dos siglos, los problemas sociales se han resuelto mediante la reinserción del mercado en la sociedad a través de la acción del gobierno. Esta fue la Gran Transformación de la que habló Polanyi . Ahora necesitamos un nuevo proceso de reinserción, en primer lugar, en la naturaleza, pero también en un nuevo tipo de relaciones entre todos los actores, incluidos los que se encuentran entre los locales, nacionales e internacionales, así como entre el mercado, la sociedad civil, el conocimiento y el gobierno. Hacer la pregunta, más gobierno o más mercado, ya no es adecuado. Necesitamos nuevos tipos de acuerdos de gobernanza, que no se basen en esta dicotomía. Todavía no está claro qué tipo de arreglos de gobernanza se pueden establecer, por lo que también en este caso necesitamos experimentos, tal vez podamos hablar de gobernanza experimental. Lo que está claro es que en este proceso de experimentación necesitamos empoderar al ciudadano y, de hecho, a todos los actores, a asumir una responsabilidad compartida. La gobernanza debe construirse en torno al devenir común y al bien común, que sea apropiado y gobernado por una variedad de actores, con controles y equilibrios, para evitar la explotación de las personas menos poderosas. Ellos necesitan tener una voz y poder cuestionar a los poderosos, de lo contrario, podemos obtener una Segunda Transición Profunda en la que la élite vive en un entorno verde y limpio a expensas de muchos otros, violando sus derechos humanos”.

 

Se ha puesto énfasis en corregir la injusticia social, por ejemplo, en cómo cuidamos a los trabajadores vulnerables o a aquellos en la economía de trabajo temporal e independiente, y hemos visto promesas de gasto que no han sucedido en dos generaciones. ¿Qué ocasionará esta crisis en el pensamiento tradicional neoliberal?

 

Dr. Ghosh: “Esta es una pregunta intrigante. Por un lado, creo que el modelo de empleo de la economía temporal e independiente tiene reglas (es decir, estándares, expectativas y valores) que están bastante estabilizadas y alineadas mutuamente para ser desarraigadas por el impacto de una pandemia global. ¿Dejarán de existir las plataformas? ¿La economía digital será menos influyente? No lo creo. Por otro lado, también pienso cómo las huellas de las nuevas reglas que surgen de este choque (por ejemplo, una recesión, nuevos modos de trabajo, etc.) podrían afectar a la nueva generación de mano de obra y a la cultura y los contratos de trabajo “.

Profesor Schot: “Esperemos que destruya el pensamiento neoliberal ya que está claro que el mercado no resolverá la crisis. Y sí, necesitamos más intervención del gobierno e inversión pública, pero no de arriba hacia abajo, con un enfoque tradicional de planificación intervencionista. Estamos terminando un período de confianza en el poder del mercado. Sin embargo, no debemos cometer el error de pensar que las intervenciones del gobierno pueden abordar las crisis. Esta es una falsa solución. Como discutí anteriormente, necesitamos acciones comunes. Necesitamos nuevas plataformas e instituciones trabajando juntas, que no son ni el gobierno ni el mercado. Por ejemplo, las personas en la economía temporal e independiente pueden formar nuevos fondos mutuos de enfermedad, financiados colectivamente y administrados por ellos mismos. Esto ya está sucediendo. Este desarrollo puede ser suscrito por el Estado, pero no debe ser asumido (por ejemplo, a través de un seguro nacional, reemplazando todos estos pequeños fondos) “.

 

Finalmente, ¿cuál será el resultado más poderoso de esta crisis que ustedes predicen?

 

Profesor Schot: “La gente tendrá nuevas experiencias. Comenzarán a creer que las cosas se pueden hacer de manera diferente. Los cambios en el estilo de vida necesitan experimentación, y esta crisis puede convertirse en un experimento colectivo sobre cómo cambiar la forma en que vivimos y trabajamos. Esto no sucederá en todos los ámbitos, ya que muchos actores dominantes, incluidos muchos ciudadanos, quieren volver a la vida normal después de que termine la crisis. Sin embargo, los nichos que contienen nuevos tipos de comportamiento pueden haber sido potenciados, acelerados, serán más estables y estarán en una mejor posición para mantenerse. La inversión también puede fluir en nuevas direcciones. Mi esperanza es que la Segunda Transición Profunda, de la cual las semillas ya están con nosotros, pueda recibir un nuevo impulso, contribuyendo a la transformación de nuestra agenda mundial, construyendo un nuevo entorno que nos rodeará, apoyará y sostendrá a todos. El trabajo del Consorcio de Políticas de Innovación Transformativa es más importante ahora que nunca, ya que los miembros están experimentando con nuevos enfoques para nutrir estas semillas de la Segunda Transición Profunda. 

Dr. Ghosh : “Soy optimista, y tal vez por privilegio, veo los aspectos positivos en esta situación. Creo que la desaceleración forzada de las vidas (para algunas profesiones) nos ha dado un momento para repensar las decisiones que tomamos en la vida, para reconectarnos con la familia y, lo más importante, para reflexionar sobre lo que valen nuestras rutinas. El hecho de que al menos algunas personas tomen este período para encontrar el equilibrio perdido entre el trabajo y la vida, para reevaluar los costos y beneficios de lo que hacemos, y para darse cuenta de las verdaderas fuentes de felicidad, es el resultado más poderoso e increíble que podemos esperar de una crisis como esta. Espero que esta crisis pase pero que las reflexiones se mantengan”.

 

Referencias, notas y lecturas adicionales.

Panel Internacional de Recursos. Lea el análisis exhaustivo de Mark Swilling

La era de la sostenibilidad. Transiciones Justas en un Mundo Complejo